En la primera escucha parece una ruptura conceptual con los anteriores discos. Las canciones suenan a otras anteriores suyas y a clásicos de toda la vida bastante reconocibles. Escuchandolo con más atención te das cuenta que la esencia Pereza está totalmente en el disco, las letras son suyas, no hay duda, y las pueden envolver en melodías acústicas o rodeadas de guitarras. Son letras muy particulares, te pueden gustar u horrorizar. Que nadie vaya buscando poesia por que "no pasan del melón con jamón", pero yo las encuentro diferentes, con actitud chulesca, algo bueno para el rock. Yo soy de los que me gustan.
También tengo que decir, que esas canciones que me sonaban a tantas, después de varias escuchas sólo me hacen pensar en lo cojonudas que son. Si las acompañas tocando la guitarra las disfrutas el doble.
